- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.
sábado, 25 de abril de 2009
Mas fácil disparar rosas, un misil que tú quizas. Quien me manda ser adicta de tus besos, si la luna no es de queso, ni tú boca un souvenir. Subastando en el mercado, besos tan improvisados con despecho al portador. Malgastando en cualquier cama , lo que se nos de la gana, para vengarnos los dos. Chapuceandote en las olas de un pasado que paso, qué hago yo cuando es domingo es por la tarde, y el campeón se hace cobarde y me pregunta donde estas. Si en mi cama no figura ni un buen beso de alquiler. ¿Qué hace un hippie en la oficina? ¿Una orca en la piscina? ¿Una monja en carnaval? ¿Que hace un treinta de febrero? ¿Que hace un rey sin heredero? ¿Qué estoy haciendo yo... sin tí?