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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

jueves, 23 de julio de 2009

Te espero cuando la noche se haga día, suspiros de esperanzas ya perdidas. No creo que vengas, lo sé, sé que no vendrás. Sé que la distancia te hiere, sé que las noches son más frías, sé que ya no estás. Creo saber todo de ti. Sé que el día de pronto se te hace noche, sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices, sé que soy una idiota al esperarte, pues sé que no vendrás. Te espero cuando miremos al cielo de noche: tu allá, yo aquí, añorando aquellos días en los que un beso marcó la despedida, quizás por el resto de nuestras vidas. Es triste hablar así. Cuando el día se me hace de noche, y la luna oculta ese sol tan radiante, me siento sóla, lo sé; nunca supe de nada tanto en mi vida, solo sé que me encuentro muy sola, y que no estoy allí. Mis disculpas por sentir así, nunca mi intención ha sido ofenderte. Nunca soñé con quererte, ni con sentirme así. Mi aire se acaba como agua en el desierto, mi vida se acorta pues ya no te llevo adentro. Mi esperanza de vivir eres tu, y no estoy allí. ¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás... ¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti? Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí, porque todas las noches me torturo pensando en ti. ¿Por qué no sólo me olvido de ti?