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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

sábado, 1 de agosto de 2009

Problemas los hay en todos lados. Parece que nos persigue y nosotros no corremos lo suficientemente rápido que siempre nos alcanzan. Es imposible ser ajeno a los problemas, de una u otra forma siempre te involucran. Sean problemas familiares, de amigos, entre novios, de la escuela, con algun mayor, etc. Lo peor es que, cuando la gente tiene problemas, suele transmitir su enojo a otras personas ajenas a su problema y ¡molesta!. Molesta que la gente esté enojada por sus problemas y venga y se 'descargue' con vos. No todos tenemos la culpa de los problemas que le pasan a los demás ¿saben? y no tenemos porqué bancarnos eso. Por eso digo, siempre de alguna manera te terminan enganchando. Encima de cargar los problemas personales de cada uno, también tener que cargarte los problemas de los demás a cuesta ¡Por dios!. Y cuando se les pasa el enojo vuelven pensando que con un 'perdón' arreglan todo ¡Por dios!.