* Puedes hacer que tiemble si me miras. Hipnotizar a todos si caminas. Sabes llevar cada ropa que te pones, te acercas y propones y yo me rindo a tus pies. Sales a bailar, rey de la noche, robas la luna, mis deseos, y te escondes. Tarde o temprano apareces como sombra, te esfumas y me asombras dejando la huella de tu olor. Pones de pie a todos en la fiesta, sueles causar asombro cuando entras. Mueren las mujeres al paso de tu aroma, provocas la euforia y no te dejas conquistar. Eres tan sensual cuando me miras, tan ideal que me haces ver estrellas. *
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.