Quisiera ser un cigarrillo, para cuando tengas ganas de fumar. Quisiera ser una almohada, para cuando estés cansado. Quisiera ser un machete, para cuando no estudiaste. Quisiera ser la comida, para cuando tengas hambre. Quisiera ser una linterna, para cuando estés en la oscuridad. Quisiera ser una billetera, para cuando necesites plata. Quisiera ser alcohol, para cuando quieras divertirte. Quisiera ser un par de anteojos, para cuando no puedas ver. ¿Sabés realmente qué quisiera ser? Quisiera ser cualquier cosa que vos necesites, quisiera que me necesites así como yo te necesito a vos.
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.