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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

miércoles, 20 de enero de 2010

Hay cosas que aunque se digan, no son para que se entiendan.
Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente.
Cuando decimos que todo tiempo pasado fue mejor, condenamos el futuro sin conocerlo.
El que no mira adelante, se queda atrás.
Todo nuestro conocimiento nos viene de las sensaciones.
Opino que lo que se llama belleza, está únicamente en la sonrisa.
La mitad de la alegría está en hablar de ella.
A veces la alegría causa sonrisa, pero tambien hay veces en las que la sonrisa puede causar alegría.
El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere en el olvido.
No olvida el que finge olvido, sino quien puede olvidar.
Desprenderse de una realidad no es nada: lo heroico es desprenderse de un sueño.
A menudo los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después.
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve,con lo que se imagina basta.
Si quieres comprender la palabra felicidad, tenés que entenderla como recompensa y no como fin.
A veces es mejor no pensar.