
No quiero ser mala pero tampoco tan buena. No quiero ser de carácter fuerte pero tampoco tan blanda. No quiero ser soberbia pero tampoco dejarme llevar por lo que dicen. No quiero ser falsa pero tampoco tan sincera. No quiero que me pasen por arriba pero tampoco darme cuenta de todo. No quiero ser egoísta pero tampoco dar mucho y no recibir nada. No quiero ser egocéntrica pero tampoco de baja auto estima. No quiero ser una piedra pero tampoco tan sensible. No quiero ser fácil pero tampoco difícil. No quiero ser hueca pero tampoco pensar tanto. No quiero ser histérica pero tampoco tan segura. No quiero ser miedosa pero tampoco tan jugada. No quiero desilusionarme pero me gusta ilusionarme. Y no quiero estar sola pero tampoco mal acompañada. Es tan difícil no dejarte llevar por los extremos. ¿Y cuando tenemos que parar?