No te preocupes por mí... soy una ciega condenada
No te preocupes, ya prometí seguir hasta el final

¡Y que la muerte nos separe!
No me lo digas... ya descubrí que soy una necia
No digas nada, ya entendí que si no pienso duele menos
No intentes disculparte... ya te perdoné
No intentes hacer nada, ahora es tarde
No quieras dejarme ir... jamás renunciaría a tu calor
No quieras, a nadie más que a mí ¡O... no me lo digas!