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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

lunes, 30 de agosto de 2010

Si querés saber el valor de un año, preguntáselo al estudiante que reprobó.
Si querés saber el valor de un mes, hablá con una mamá que dió a luz un bebé prematuro.
Si querés saber el valor de una semana, comentalo con el editor de revista semanal.
Si querés saber el valor de una hora, preguntales a los enamorados que esperan encontrarse.
Si querés saber el valor de un minuto, platica con alguien que perdió el avión.
Si querés saber el valor de un segundo, comentalo con la persona que acaba de evitar un accidente.
Si querés saber el valor de una milésima de segundo, preguntale al ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos.
El tiempo no espera a ninguno.