
Las salchichas se hacen generalmente con el estómago y el hocico de cerdos, con el bazo del cordero, con el esófago de la cabra, y con el hígado y los labios de la vacas –algo que debe figurar en la etiqueta elegantemente como “mezclas de carnes”-. Si alguna vez se preguntó cómo se sentirá besar a una vaca, sepa que ya conoce la sensación.
Para que la napia del cerdo más el labio de la vaca y el esófago de la cabra, luzcan como salchicha, se les introducen proteínas de soja, grasas, carbohidratos, y nitritos y nitratos, que inhiben la formación de bacterias –no todas las marcas lo tienen-.