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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuando tenes que decir demasiado pero sentís que no es el momento, y sentís que vuelve, todo vuelve. Que no podes pasar una página porque las cosas del pasado están siempre presentes -y cuando menos tienen que estarlo-. Cuando se juntan todos los problemas y sentís que te superan. Cuando pensas que estas sola y en realidad te ves rodeada de muchas personas que sos incapaz de ver. Cuando tenes un objetivo y mil piedras en el camino. Cuando perdés el control de más de la mitad de las cosas que son importantes para vos y no sabés qué hacer primero -si es que sos vos la que tenes que hacer algo-. Cuando ves que se esta cayendo todo y estás segura de que no podés hacer nada porque no tenes nada que ver. Cuando no encontrás nada bien a tu alrededor y ni un motivo para levantarte y decir 'por esto'. Solamente estas esperando que el tiempo se pase rápido, te despiertes y las cosas estén resueltas. Y lo hayas dicho todo, y hayas discutido si tenías que discutir, y haya vuelto si tenía que volver, y haya pasado lo que tenía que pasar, pero no te hayas perdido de nada. Hayas visto todo sin sentir, porque simplemente estas cansada de llorar, de sufrir. Y no podés más.