Aunque pase el tiempo, aunque pasen las ganas, aunque pasen otros. Aunque tu cielo ya no sea mi cielo. Aunque tus locuras ya no sean como las mías. Aunque me refugie en otros brazos, aunque te pierdas en otros ojos. Aunque mi vida se aleje de la tuya, y no volvamos a encontrarnos y ya nos quede muy lejos el camino de regreso. Aunque ya no escuche tus palabras, aunque te hayas olvidado de mi voz. Aunque todo siga pasando, aunque mi piel se erice con otro calor. Aunque tus manos recorran otro cuerpo, y ya no te acuerdes de mí. Aunque mi mundo gire en un sentido distinto al tuyo y en mis caminos no encuentre ni el eco de tu voz. Aunque estemos así tan lejos, tan olvidados tratando de recuperar lo que el pasado se llevó. Aunque te haya perdido y no recuerde cómo y por qué. Aunque desaparezcas bruscamente así como apareciste irrumpiendo mis días, mi vida, todo lo que era y hoy ya no compartamos siquiera el mismo aire. Fuiste esperanza cuando ya no había, fuiste sueños entre realidades que lastimaban. Fuiste amor cuando ya no sabía amar. Fuiste tú que sin razones dejaste una razón en mí…
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.