Seguramente te voy a querer hasta que asquerosamente se me pudra la piel bajo la tierra, hasta que ya no tenga ni ojos para mirarte, ni oídos para sentir tu voz, ni pulmones para respirar tu perfume pero ¿que tiene de malo? Si tus caricias nunca van a dejar de ser las mejores, si ya no miro a nadie a los ojos más que a vos, si tus palabras son mandamientos pero también la elección de siempre seguir creyéndote mi Dios, si no hay olor que sea más imponente, más inolvidable que el de tu piel en las madrugadas de verano que dormíamos juntos. Y si, te voy a querer hasta que me muera, pero si no hay nada más lindo que vos, no me puedo quejar de tu sonrisa, de nuestras tardes, de la locura que me generaste aunque a veces se me vaya de las manos. Si te dieras cuenta de lo grande que sos, de lo increíble, no podrías dormir tranquilo. Si sintieras como yo siento, por mi o por cualquiera, tampoco podrías dormir. Y sabes tan poco.. en ciertos puntos seguís siendo tan inocente. Tan grande y tan chiquito, con tantas cosas sabidas y con tantas por aprender. Quiero tenerte para siempre, ver como creces, llegar a entender como voy creciendo yo. Para apostarle a esto o a lo otro... Para vivir, para seguir, para sentir que nuestros años pasan juntos.
