Cuando estas enamorada no pensas, deseas. Deseas que él viera lo que vos ves, que riera viéndote reír, te gustaría gritar y que te oyera. O que el no te oyera, que te oyera el resto del mundo, que todos oyeran que estas enamorada, que no te importa más nada, solo él. Y cuando hablas de él parece que te estas comiendo un helado de chocolate, y sonreís, y te gustaría verlo y sonreírle, y tenes en tu mente todo lo que querés decirle, todo lo que te sucede a lo largo del día, porque todo lo has hecho para el y gracias a el, y notás como tu corazón late cuando él te abraza. A veces pensás y te gustaría que no existieran las distancias, y que lejos y cerca significaran lo mismo. Te gustaría tenerlo al lado cuando comés, cuando jugás o cuando dormís, necesitas tenerlo al lado cuando reís y cuando lloras. Y es hermoso saber que el está conmigo vaya a donde vaya, y desearía poder volar, volar entre las casas, por encima de los autos, para ir hasta donde está el y decirle al oído... “Yo también voy a donde vos vayas, no lo olvides”
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.