"El tiempo convirtió tus defectos en virtudes, hoy no sos un hombre perfecto… te equivocas, al igual que todos, y últimamente más que nunca. Pero sos el hombre al que amo, al que elijo, con el que estoy. El que poco a poco se ganó mi confianza, y mi amor… todo mi amor. El protagonista de mis sueños. Con el que quiero envejecer… el que me besa lento, y abraza fuerte. El que tiene el valor de mirarme a los ojos, y decirme la verdad… por mucho que eso duela. El que me escucha, me entiende… me espera, me cuida, me ayuda… me acompaña. El hombre más paciente y bueno de todos. El que sabe perdonar, y sabe como tratarme en cada situación, en donde sea que estemos. Un hombre encantador… ubicado, cumplidor… caballero, y sensible. Buen amigo, buen hermano y… buen novio. El mejor, para mí. El que te da su abrigo, cuando hace frío. El que sigue con la mirada cada un de tus movimientos. Un hombre que vale la pena, uno de los pocos que confía… aunque le hayas mentido. Que se entrega, que deja de ser él si es necesario… un hombre que ama, que siente. Ese hombre sos vos, el ideal… el príncipe de mi cuento. El valiente, y yo… soy la princesa. Una princesa torpe, y egocéntrica pero a la vez… llena de miedos, e inseguridades. Algo loca, y egoísta… que de todo busca sacar ventaja. Una princesa… enamorada. No quiero que andes, no quiero que vayas y vengas… quiero que te quedes."
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.
