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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

miércoles, 29 de julio de 2009

No dejo de pensarte, no dejo de escricir tu nombre o tu inicial en mi cuaderno, no dejo de arrepentirme de cosas que no hice, no dejo de querer volver el tiempo atrás, ya no para cambiarlo, sino para volverte a mirar cara a cara y ver lo lindo que eras; no dejo de fijarme si estás conectado, no dejo de acordarme de las palabras que en algún momento me dijiste, no dejo de ver el historial de conversaciones, no dejo de pensar qué va a pasar cuando te vea, o que no va a pasar; no dejo de soñar con cosas que nunca pasaron; no dejo de acordarme de tu cara, y cuánto más pienso, más se me olvida; no dejo de pensar que hay tantas cosas que nos separan, pero a la ves tantas que no unen, no dejo de alegrarme al recordar esos buenos momentos que pasamos juntos, como nos divertimos, y cómo nos vamos a divertir.
Quiero pensar y lo que pasó y en lo que va a pasar, en el pasado y en el futuro. Aunque sé que es imposible. Intento imaginar qué me gustaría que haya pasado y qué quiero que pase, pero cuando lo vivo en el presente, todo me desconsierta. Ya planié exactamente lo que iba a hacer y en el momento que lo debía hacer, hago otra cosa. El hecho de estar ahí y vivir el momento me da vuelta las cosas y hago sin pensar ó hasta a veces pienso sin hacer. Y después quiero cambiar todo, pero como siempre pasa, ya es muy tarde.