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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Capaz porque a veces el destino nos juega bromas, nos pone pruebas. Supongo que lo mío fue una prueba para vos, y una broma de mal gusto para mí. Entonces no es cuestión de dar todo para olvidar el pasado, no es cuestion de hacer las cosas para volver el tiempo atrás; no, no es así. Porque el tiempo pasa, se olvida de vos, de mí, pero no del amor. El amor perdura siempre y solo se tapa con mas amor, y cuando digo se tapa, es porque no se acaba jamas (siempre queda algo, amistad, odio, algo). De tanto nunca queda la nada misma. Entonces aunque el tiempo pase y vos digas olvidarte de él, algo te va a quedar siempre, el tiempo juntos, lo que pasó y más. Algo te va a quedar de mí. Pero principalmente de cada relación nace una lección. hay que saber a no dar todo de una vez, entregar de a poco y con cuidado, porque si uno se juega todas sus emociones y sentimientos por una sola cosa siempre está la opcion de perder; es un cincuenta y cincuenta de igualdad; o ganas todo o perdes todo. No hay grises en el amor, es irónico, lástima. Duele pero a todos nos toca y hasta ahora nada lo vence.