♥ Culpable soy yo por no entender que no me quieres. Culpable es mi corazón por haberte amado. Culpable son mis pensamientos que no te apartan de tí ni un solo momento. Culpable son mis ojos por verte en todo lugar y encontrarte en mis sueños. Culpable son mis manos por escribir este pensamiento para tí y por tratar de escribir tu nombre en cada estrella. Culpable son mis pasos por haberme conducido a este calvario. Culpable son mi mente y mi alma porque por las noches te extraña y añora tu presencia. Culpable es mi cuerpo por que cuando te veo te siento en mi como algo indispensable. Culpable soy yo por haberme robado tus gestos, tus risas y por que no, tus lágrimas. Culpable es cada átomo del universo por recordarme a tí. ♥
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.