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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

sábado, 9 de enero de 2010

Cuando te alejás de las cosas que querés, es cuando realmente los valorás. Hoy, me doy cuenta de que hay muchísima gente que no valoro como lo debería. Hay gente que se merece muchas cosas más y hay gente que se merece mucho menos. Yo seguro soy una de éstas últimas... a veces no valoro nada, absolutamente nada de lo que tengo. Cosas materiales como personas. Y cuando llegás al extremo, te das cuenta que hay cosas que merecen un lugar más grande en nuestro corazón del que tienen. Como dicen, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Yo no perdí nada, aún... por suerte.