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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

viernes, 15 de enero de 2010

Y te digo que no es extraño que me mires tan extraño. Cada vez más diferentes, te escondés entre la gente y le pedís a Dios un golpe de suerte. Te olvidaste de tus adicciones y pensás vivir con condiciones. No me obligues a pedirte que te alejes de mí, si me ahogas con tanto amor de repente. Me notás rara y no es que ya no te quiera, pero cada amor tiene su tiempo y éste sólo duró un instante. Ese tonto, estúpido y absurdo momento en el que pensé que podías a llegar a cambiar por mí. No me escuches si te grito, dame aire, dame tiempos, y aunque te muerda la muñeca... nunca me sueltes la mano.

No lo escribí yo.