Te enojaste con cada persona que te dijo lo que estaba mal, te sentiste insultada muy profundamente -solamente por que sabias que en realidad, esa critica no estaba tan errada-. Lloraste mil veces por la misma pavada. Negaste todo por que si hay algo que no soportas es la culpa. Te sentiste vacía por cada uno de los amigos que se fueron por tus errores. Hoy en día lloras por cada uno de los amores que perdiste. Buscaste consuelo en las noches, pero solamente encontraste más problemas... ya que tanto te gustan. Buscaste fama, siempre te gustó llamar la atención. Heriste a las personas a las que llamaste "pelotudas", solamente por que no pudieron superar algo que a vos misma te habia pasado -aunque creias que lo habias superado hace rato, pero sigue ahi... por que nunca terminas de cerrar nada... por si las dudas te olvidabas de algo-. Cruzas a las personas que algunas vez te dijeron que te amaban, y sentiste como vos sola te clavavas un puñal. Te olvidaste de lo mal que te hacian algunas cosas, y volviste a buscarlas. Das consejos de la boca para afuera, escribis en segunda persona como si estuvieras retando a alguien que esta enfrente tuyo... y no adentro. Hablaste mil veces con el espejo, pero tu conciencia nunca tubo tanta paz como para cerrar los ojos y hablar con esa cabeza... Esa cabeza que a veces parece que trabaja por biparticion -una parte dice que esto es lo mejor... otra que esto es lo peor... y otra que "y bueno, es lo que hay"- . Te mostrás tranquila, indiferente. Te dedicas a escuchar, y unas tantas veces... a repetir. Sos una chica inteligente, pero no te sale el papel de viva. Y el adjetivo de puta no es algo que te moleste, te hace sentir -en algun punto- importante. Te haces creer que tenes una forma de pensar, pero sabes bien que en la soledad no encontraste más que un vacío al que le pusiste nombre de hombre para decir que te habias enamorado del juicio. Ninguna compañia te hizo sentir llena... solamente menos vacía. Y odiaste a la gente a la que les llenaste un poco la vida, por que siempre fuiste tan confiada y a la vez tan distante de no dejar que nadie termine de entrar en tu corazón...
- Lucía
- Paraná, Entre Ríos, Argentina
- Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.
