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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

martes, 11 de mayo de 2010

1 MES SUDÁFRICA

Bendito sea el mundial con que soñamos.
Bendito cada nombre que ha sido designado.
Bendito los pibes que siempre sacamos.
El peso de la historia, el respeto ganado.
Maldito sean los recuerdos dolorosos.
Maldita la impotencia, la injusticia que vivimos.
El volvernos a casa cada uno por su lado.
Las finales sin jugar y quedar en el camino.
Bendita la anestesia general a los dolores.
La tristeza que curamos con abrazos.
Las gargantas que se rompen por los goles.
El sentirnos los mejores por un rato.
Malditos los sorteos y los grupos de la muerte.
Los controles sin azar que signaron nuestra suerte.
Malditos los mezquinos que juegan sin poesía.
Los que pegan, los que envidian, los que rompen y lastiman.
Bendito sea el orgullo con el que entramos a la cancha.
El potrero y la pelota no se manchan.
La tv que repite la gambeta.
Inflar las redes de los otros, inflar el pecho de los nuestros.
Merecer la camiseta.
Los turistas, los cronistas, los sponsors, los amigos, el himno
y las mujeres siguiendo los partidos.
Bendita las cábalas que dan resultado.
Las risas y el llanto que guardaremos tanto.
Y bendito ese momento que nos regala el fútbol
de poder cambiar nuestro destino.
Y sentir otra vez y frente al mundo,
... lo glorioso y lo groso de ser argentino!

Propaganda de Quilmes -Mundial 2006-