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Paraná, Entre Ríos, Argentina
Yo creo que nos guiamos por la gente. Quizá para no parecer raros a los ojos de los demás, quizá para ser supuestas personas normales como ellos, o quizá porque tememos ser vistos de una manera diferente, creemos que lo mejor es seguir los pasos de todos. No contradecimos , muchas veces no opinamos. Queremos ser diferentes siendo iguales a todos. Queremos destacarnos y sin embargo primero siempre observamos que pasos dió la otra persona. Tenemos puntos de vistas diferentes, y tantas veces no nos animamos a decirlos, y callamos... callamos mucho. Sin embargo existe la gente capaz de expresar lo que siente sin temor al comentario del otro, gente que es vista como alguien raro y ellos lo saben perfectamente, pero no temen serlo, no temen ser diferentes. Pues esa gente sabe que ellos no son los raros, esa gente sabe que los raros son aquellos que tratan de copiarse entre sí, temerosos de mostrarse como son e incapaces de ser ellos mismos. Tienen la certeza de ser capaces de mostrarse al mundo y aun mejor, a las personas, como realmente son. Raros terminan siendo los que se sienten normales.

miércoles, 16 de junio de 2010

Fumate las nubes, comete el mundo a bocados, bebé todo aquello que nunca bebiste pero ojo! no mezcles, reí hasta que te duelan los músculos de la cara y los de la panza, también podés llorar! Anda a la playa y ponete como un cangrejo, ya sabés dicen que: "después se hace moreno". Comprá miles de cosas. Corré hasta llegar al colectivo. Cortate el pelo como pensaste que nunca lo harías, volverá a crecer. Viajá a lugares secretos, acompañada y también sola. Estar sola a veces te va a ayudar a tomar las decisiones que serán más importantes en tu vida. Salí de fiesta y regresá a altas horas de la madrugada, o mejor si volvés ya desayunada a casa. Andá descalza por la calle, ir con tacos no es fácil! Contá chistes y reíte vos sola de lo tonta que sos. Jugá a las barbies que dejaste en el fondo del baúl, en ese baúl de los recuerdos, donde guardaste tu infancia, sentite niña otra vez. Tropezá miles de veces con la misma piedra, porque no siempre tiene porque ser malo. Quemá las cosas que te hacen recordar malos momentos, porque el sitio que ocupaban esas cosas ya lo ocuparán otros miles de recuerdos! Nunca perdás una amiga, y dejés que una pelea dure mucho tiempo, porque aprendí que cuanto más duran, peor es volver a intentar que todo vuelva a ser como antes. Andá caminando por la vida con una sonrisa dibujada en el rostro, y nunca olvidés tu lapiz en casa para poder dibujar sonrisas en la cara de todas aquellas personas que querés, porque la vida será más fácil para vos y para ellos. Perdé la cordura... y lo más importante de todo, nunca dejés de ser feliz.